¿Le interesa compartir?
Vivir con varias personas bajo el mismo techo significa que puedes compartir el alquiler y, sin duda, vivir en una casa más grande que una sola.
Además del alquiler, se comparten otros gastos. Entre ellos, compartir la conexión a Internet, determinados recados (limpieza de la casa) y gastos excepcionales (como averías).
A veces en barrios muy solicitados.
Da acceso a un jardín, una terraza, un patio, un gran salón, un taller, un garaje, etc.
Los trámites son más sencillos, por lo que es mucho más fácil cambiar de casa, y los contratos de arrendamiento suelen firmarse muy rápidamente. Además, la vivienda suele estar amueblada (al menos en parte). Es una ventaja para las personas cuyo estilo de vida o de trabajo les obliga a desplazarse mucho.
Con una variedad de perfiles, correspondientes a una demanda concreta de (futuros) compañeros de piso. Por ejemplo, pisos compartidos multigeneracionales o pisos compartidos temáticos (donde conviven músicos y vegetarianos, por ejemplo).
Compartir piso puede darte la oportunidad de conocer a otras personas de idiomas y culturas diferentes, y es sin duda una buena forma de romper el aislamiento si así lo deseas. Cuando no conoces la ciudad a la que te mudas, compartir piso es, sin duda, una buena forma de integrarte.
El alojamiento compartido es un lugar donde los compañeros de piso, los amigos y la familia pueden compartir buenos momentos a diario y organizar actividades conjuntas, como veladas en las que se da forma a la vida de la casa o comidas relajantes, por ejemplo.
El grupo de compañeros de piso puede verse como un recurso en caso de dificultad, para cada miembro del piso. Esperas encontrar ayuda, un oído atento o apoyo de cualquier tipo dentro del grupo.
También es un lugar donde puedes aprender nuevas habilidades y actitudes, gracias al proceso de ayuda mutua y a los valores de solidaridad que suelen practicarse allí. Esto puede abarcar desde habilidades muy básicas del día a día hasta el aprendizaje de técnicas más sofisticadas, como la informática o el aprendizaje de una lengua extranjera.
El alojamiento compartido es una respuesta a la crisis de la vivienda y, por tanto, forma parte de una economía colaborativa basada en compartir recursos (alojamiento). Al optar por compartir tu vivienda, demuestras tu apoyo al progreso social y humano y tu responsabilidad ante una sociedad cambiante.
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